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jueves, 26 de febrero de 2009

Su Majestad 'El Bolero' - Sonidos del Mundo (3/5)

Siguiendo con las entregas del Especial del Bolero de Mabela y Sonidos del Mundo.

Disfrutenlo!

domingo, 22 de febrero de 2009

El cuchillo en el alma: El amor traicionado



Para cerrar el homenaje al mes del amor, la tercera fuente del bolero: el amor traición, el feroz castigo del alma cuando el amor se torna despecho, desengaño, dolor.



Es sencillo imaginarse en una oscura mañana de invierno, sentado a los pies de la cama, sin haber conseguido el sueño, con el único pensamiento perdido en los días buenos que se fueron, ido, confundido, con el corazón hecho girones, cansados de las mentiras, de las sospechas, de los silencios y de las preguntas.






Dice el genial Eloy Jáuregui que el bolero viene dado en nosotros por el ADN mismo, desde la cuna o la infancia, embebido en todo aquello que se escuchó en nuestras casas. Es una excepcional explicación a por qué muchos de los que nacimos después de su apogeo escuchamos boleros como si nos fuera natural. Es porque lo llevamos en el alma, sin duda.


Pero ello no explica, sin embargo, por qué es que nos sentimos atraídos por la magia negra del bolero, de cómo nos acercamos a él en las más infaustas horas. Será acaso que es como el bálsamo necesario para el alma adolorida, esa manera de enfriar nuestro melodrama personal, o será que no hay mejor forma de encontrar en el silencio de nuestra soledad la palabra doliente que nos expliqué la tragedia de nuestras vidas. El bolero es eso, la consolación tardía de algo que nos fue concedido desde siempre pero enceguecidos por la pasión dejamos de oír. Y el amor traicionado lo explica todo.




Volviendo a la escena aquella en la soledad de la mañana, rodeado de botellas compañeras y lágrimas jugosas. Es un domingo, y solo la vigilia estuvo presente en las horas más tristes de la desilusión. Una traición explica el cuadro, el vaso y el llanto, la piel marchita y el rostro azul. Sólo un desamor, nacido en la locura de la mente que pretende alargar lo inexplicable o darle vida a lo irreal, puede ser capaz de soportar tales angustias.


O esa otra imagen de la mujer de más de cuarenta frente a la pantalla, esperando que el amor llegue envuelto en códigos binarios, como si las palabras de un mensaje emergente fueran dichas al oído humano. Esa droga de amor alimenta diariamente la creencia infame de que el amor existe y de que es real. Pero la vida, una vez más, como en un bolero, le hace saber, tarde o temprano, que hasta los circuitos son infieles, traicionan, no son buenas, hacen daño, que dan penas y se acaban por llorar.





Y la muerte llega, de la mano del alba y la sequedad de los ojos. Las heridas, ya cansadas, ya lentas, dejan de doler, se vuelven incluso caricias ausentes, adormecidas, propias, como antesala bendita al olvido, esa extraña sensación de que todo es gris, opaco, como distante, como resaca indolente de la mañana siguiente. Pero es en ese olvido que el corazón encuentra nuevamente la paz perdida, ese sosiego incomprensible y que suena ya raro en la intranquilidad de lo cotidiano. Es como el antídoto bendecido que llega a los labios secos, quebrados y amargos, labios sin vida, labios sin fe. Porque un desengaño dura mucho, tanto como el amor mismo, puede ser eterno, puede ser fugaz, puede que no sea si no tan solamente el otro nombre de la desesperanza, de la demente conclusión a la que todos llegan, poco antes, poco después: el amor no existe.






Pero como bien afirma la siempre acertada Mariella Garay, leyenda urbana de la dolencia vespertina del amor, vale más sufrir por amor que nunca haber amado. Y es en esa certeza que los amantes traicionados, sedientos de los jugos que provee la fruta negada del amor, vuelven a delinquir en los pantanos prohibidos del amor, cómo feroces criaturas que insaciadas de dolor, regresan al acometimiento inefable del beso y de la creencia, y por ende de la sospecha y la incredulidad. ¿Es en ese círculo vicioso que se encuentra acaso el placer secreto de las almas adoloridas?




Por que no es tal vez que da lo mismo embriagarse con los jugos del amor que con el alcohol compañero, son vicios al fin, que exagerados en la plataforma innegable de la vida, llegan a saciar las fuentes inagotables de amor y tormento que algunos tienen también grabados en el ADN. Porque hay que haber vivido para saber escuchar un bolero, pero hay que haber sufrido para sentirlo propio. Y pienso en varias cosas en este momento que me entrego al vicioso rito de escribir sobre el amor, la liturgia de la sospecha, pero un acto de fe; una prueba de lo inexistente comprobada en el vértigo inenarrable del tacto vivo.




Y después de este recorrido, no es incluso claro el afirmar que el amor traicionado no es menos inherente al ser humano que el respirar, porque para amar se ha nacido, como dijo el poeta, sin más distingo de edad o de sexo que aquel que nos autoimponemos, y para ello es que mostramos nuestras rodillas desnudas y los pies descalzos, para alcanzar la certeza de que el objeto de nuestro amor, es, bendito sea Dios, tan real como nuestras lágrimas.


Si es preciso mátame como lo hiciste en el ayer

pero esta vez resucítame sin el ingrato recuerdo

en que la soledad y tú eran amantes de mi mal

detrás de la luna que yo anhelaba en la sombra.

Si este es el precio por tu ausencia ¡lo pagaré!

con tal de no odiarte tanto como a mí mismo

que ya tengo suficiente con las noches difuntas

dentro del vacío que colma tu imagen absurda.
Si es necesario apártate de mis pensamientos

deshabita los escondrijos supuestos de mi alma

como lo hace el presente llevándose mis horas

no digas nada ¡aléjate! es necesario de mi ser.



Y antes de que el adiós halle el instante preciso

donde la distancia retoñe del árbol indiferente:

busquemos el olvido primaveral en nuestra piel

que se marchita si seguimos acariciándonos así.


No te inquietes por mí ¡alguien como tú aparecerá!

seduciendo mi memoria con los segundos inciertos…

tu nombre juega en el tiempo vivido ¡eres el pasado!

amante del adiós y de la soledad que viran las horas…


J. Carlos L.

Lima, 14/02/2009

sábado, 21 de febrero de 2009

Su Majestad 'El Bolero' - Sonidos del Mundo (2/5)

La Segunda entrega del especial sobre el Bolero que presentara nuestra querida Mabela Martinez en su Sonidos del Mundo.

viernes, 20 de febrero de 2009

La única certeza del espíritu humano: la Duda


John Patrick Shanley se ha basado en su propia obra teatral para hacer esta película realmente soberbia, más que todo por la actuación impecable sus protagonistas. En efecto, habiéndose hecho del Pulitzer en 2004, viene ahora con el proyecto cinematográfico bajo el brazo y, por si fuera poco, con el buen pie que se necesita para el salvaje mundo de Holywood.

Es 1964, el Colegio y la Parroquia de San Nicolás en el Bronx. Un vibrante y carismático sacerdote, el padre Flynn, encarnado deliciosamente por Philip Seymour Hoffman, está tratando de llevar adelante a su feligresía en un mundo de cambios y de nuevos aires, y en cuyo camino se encuentran trambién las estrictas normas del colegio y su Directora, la hermana Aloysius Beauvier, el personaje que encarna Meryl Streep, una mano de hierro que cree firmemente en el poder de la disciplina como medio purificador en un mundo lleno de vicios y desviaciones.




En medio de los mismos cambios que vive el mundo de la década del sesenta, con la muerte reciente de Kennedy y la aprobación de los derechos civiles en Estados Unidos, se presenta el primer alumno de color en el colegio, el pequeño Donald Millar, a quienes algunos molestan pero que otros tienen por ser el simple niño monaguillo que asiste al padre Flynn en los servicios de los somingos. Pero cuando la hermana James, la novata religiosa que interpreta Amy Adams, le comenta a la hermana Aloysius sus sospechas de que el padre Flynn presta demasiada y sospechosa atención a Donald, la superiora comienza una cruzada personal para sacar a la luz la verdad y expulsar a Flynn del colegio y de la Parroquia.




Sin una sola prueba aparte de su convicción moral, la hermana Aloysius comienza una batalla con el padre Flynn, que amenaza con desgarrar la comunidad con consecuencias irrevocables. Es entonces cuando se desarrolla la trama central de la historia, entre el duelo de resistencia moral de los protagonistas y la insospechada verdad que envuelve al chiquillo, algo que da un giro inesperado a la cinta, como para dividir al espectador en varios pedazos. No hay que perder ni un solo detalle porque todas las piezas van llevando a una gran certeza: la duda es la que al final nos acompaña y nos redime.







Ficha técnica


Titulo: La Duda
Titulo Original: Doubt
Género: Drama
Nacionalidad: USA
Año: 2008
Director: John Patrick Shanley
Guión: John Patrick Shanley
Reparto: Meryl Streep, Philip Seymour Hoffman, Amy Adams, Viola Davis



miércoles, 18 de febrero de 2009

Cuando el piano es seducción y la voz un suave terciopelo: Eliane Elias o la musa inspiradora del jazz


Dueña no solo de una talento innegable en su digitación al piano sino también de una encantadora voz que evoca el bossa nova nacido del alma y la fuerza del jazz encendido pero elegante, la genial Eliane Elias continúa sorprendiendo a propios y extraños con suave y dulce propuesta, un jazz delicado, sugerente, un susurro directo al alma, una manera aterciopelada de expresar su sentimiento más íntimo, ayudad por la seductora magia del idioma que la vio nacer y de la sensualidad que a nadie le robó sino que es un regalo materno que bendecimos quienes la seguimos a pie juntillas.

En la siguiente nota, una pincelada sobre Eliane Elias, una de las más celebradas y galardonadas pianistas del Brasil de nuestros días, una incansable predilecta y sibarita de excelente gusto musical.



Eliane Elias nació en São Paulo un 19 de marzo de 1960. Es una pianista básicamente de jazz que se aproxima sin embargo y muy constantemente a la fusión con las llamadas músicas del mundo, entre ellas el bossa nova de su país de nacimiento. Vive actualmente en New York y desde ahí sigue produciendo incesantemente música, temas que el público galardona con lugares de privilegio en las listas de éxito de ventas.

Heredó su talento musical de su madre, Lucy, pianista clásica que también se interesaba por el jazz. Tras estudiar seis años en el Free Center of Music Apprenticeship en Sao Paulo, siguió estudiando técnica clásica con Amilton Godoy y Amaral Vieria. Con tan solo doce años ya tocaba obras de Art Tatum y Bill Evans.



Ya de adolescente, Elias compuso sus primeros temas y empezó a actuar en clubs de jazz. Y es que Eliane es una pianista versátil, además de compositora y cantante, capaz de enfrentarse por igual al jazz más ortodoxo, a la música clásica o a la música popular sudamericana. Pero sobre todo siempre se vislumbró como una pianista de jazz en el más estricto sentido de palabra, con una gran facilidad improvisadora y una exquisita técnica, plagadas de un enorme contenido emocional y lírico que brilla de forma extraordinaria cuando incorpora a su repertorio temas brasileños -ya con diecisiete años acompañaba a Toquinho y a Vinicius de Moraes en sus recitales-, piezas de Jobim, Iván Lins o Milton Nascimiento, sinuosas líneas cromáticas por las que se desliza con inteligencia y maestría.





Realizando una gira por Europa en 1981, conoció al bajista de jazz Eddie Gomez que la animó a viajar a Nueva York, donde estudió con Olegna Fuschi en la Juilliard School of Music.

La carrera profesional de Elias consiguió un avance importante cuando fue invitada a unirse al grupo Steps Ahead, formado por Michael Brecker, Peter Erskine, Mike Manieri y Eddie Gomez. Grabó un disco el grupo, Steps Ahead, en 1983. Tras abandonar el conjunto, empezó a colaborar con el trompeta Randy Brecker con quien se casaría más tarde y grabaría un disco a dúo con él.



Su siguiente paso profesional fue el de convertirse ella misma en líder de sus grupos con los que ha realizado varias giras (contando con músicos como Jack DeJohnette y Gomez, en su primer trío, y Erskine y Marc Johnson en el segundo). Su tercer trío contó con Marc Johnson al bajo y Satoshi Takeshi a la batería.



Su disco de 1995 Solos and Duets lo realizó con Herbie Hancock. Aunque muchas de sus grabaciones han sido solo instrumentales, Elias ha incorporado también su voz en discos como Eliane Elias Plays Jobim de 1989. Trabaja también periódicamente con el Toots Thielman's Brasil Project y como directora musical del grupo de Gilberto Gil.



Además de su faceta como profesora de piano en el Lincoln Center de Nueva York, como miembro de la Asociación Internacional de Educadores de Jazz, de entre sus últimos trabajos discográficos y colaboraciones, destacan: sus grabaciones con Toots Thielemans en "Brazil Project" o con Joe Henderson en "Double Rainbow". Un estupendo disco, "Solos & Duets", compartido con Herbie Hancock. Su presencia en la película y disco sobre el jazz latino, "Calle 54", de Fernando Trueba y su reciente "Everything i Love", un brillante recorrido musical de trece baladas de amor, en el que vuelve a reunir a dos secciones rítmicas excepcionales: Marc Johnson y Jack DeJohnette, Christian McBride y Carl Allen, con composiciones propias y de clásicos como Porter, Berlin o Gershwin.



lunes, 16 de febrero de 2009

In Memorian, Joe Cuba



El afamado músico falleció en un hospital de New York durante la tarde de ayer domingo 15 de febrero, un día después de que los médicos desconectaron las máquinas que lo mantenían con vida. Tenía ya 78 años.

El cantante Cheo Feliciano fue confirmó que el músico murió a eso de las 5 de la tarde, hora de Puerto Rico, en el hospital Monte Sinaí de New York, un día después de que los médicos desconectaron las máquinas que lo mantenían con vida, y luego de que la mayoría de sus órganos vitales ya había fallado.

Cuba llevaba varios años luchando contra una bacteria alojada en su organismo. En un principio se desconocía dónde incubaba el agente patógeno, pero luego los médicos confirmaron que se encontraba en una prótesis de cadera que fue implantada al salsero tras una caída.

Feliciano narró que, poco antes de que el corazón de Cuba dejara de palpitar, él solicitó a la familia que le permitiera despedirse a través del teléfono, ya que se encuentra en Puerto Rico preparando un próximo viaje de trabajo a Suiza.
"Le dije que Dios tiene una misión con todos nosotros y que, cuando está llegando el final de esa misión, tenemos que irnos al sitio de donde venimos", relató Feliciano en entrevista telefónica con The Associated Press.

El músico que formó escuela en New York para los latinos, que diera inicio junto con otros grandes maestros al movimiento musical más importante de todos los tiempos, descansa ahora, legando su buen porte de músico incomparable y de hermano ante todo y por sobre todo. Descansa en paz, Joe Cuba.

***
Gilberto Calderón, sabiamente bautizado como Joe Cuba por un promotor musical, supo crearse su espacio en la historia de la música bailable hispana nuevayorquina con una fórmula innovadora y sencilla basada en un sexteto rítmico: un cantante acompañado solamente por una sección percusiva coloreada por el sonido del vibráfono. No fue el creador de ese tipo de grupo, ni su exclusivo proponente, pero el susodicho sonido siempre se le asociará ya que el Sexteto de Joe Cuba fue su suprema expresión. Aunque figura en el medio ambiente musical desde comienzos de los 1950, su verdadera ascensión a la cuesta de la fama llegó en los 1960 cuando el contexto musical nuevayorquino andaba en un período de transición tras la era de las orquestas gigantes del Mambo cediera su preeminencia a varias expresiones musicales entre las cuales su sexteto sobresalió durante el período del Boogaloo.


Sin embargo, aún antes de los tiempos del Boogaloo la carrera de Joe como director de banda, compositor y conguero, dio señales claras de lo que, en su momento, serían características destacadas de la forma de hacer música llamada Salsa, de la cual no fue una figura preponderante. Uno podría resumir su importancia musical de esta manera: El Sexteto de Joe Cuba pudo popularizar el uso de letras en inglés en un medio ambiente musical percusivo, tosco y agresivo, con la destreza de enamorar a cualquier tipo de audiencia bailadora u oyente, de casi cualquier clase de trasfondo. Joe Cuba pudo adquirir popularidad quedándose anclado, así como expresando, lo que mejor conocía: El Barrio.
Joe nació un 22 de abril de 1931 en Harlem, New York, aunque su familia toda era originaria de Naguabo, Puerto Rico. Prontamente se hizo de un espacio, desde muy joven, en medio de los grandes maestros de la música de la época, como Israel López "Cachao" o Dámaso Pérez Prado y el movimiento denominado Mambo. El trabajo musical de Joe Cuba en ingles fue resaltado a lo largo de sus trabajos discográficos bajo los acordes interpretativos del incomparable José “Cheo” Feliciano, la sangre hervía a un ritmo incandescente de sensaciones llenas de mensajes pueblerinas en un tiempo resurgente al idealismo latino, mayores fueran las expresiones arrancadas ya en los estados unidos en donde esta expresión fue alcanzada en el tope máximo por Joe teniendo mayores adeptos.


En 1963, graban el primer álbum para el sello TICO, titulado, HANGIN’ OUT / VAGABUNDEANDO!, (Tico SLP 1112), que incluye los temas Quinto sabroso y No coman cuento, de Héctor Rivera; Orisa Oco, Oye bien y Nina Nina, de Barreto; I need you y Trip to Mamboland, de Nick Jiménez; Flaco’s cha cha, de Cordero/Feliciano; Yo y Borinquen y Quieres volver, de Feliciano/Jiménez; Ya se acabó, de Berríos/Feliciano; y la composición de Cheo Feliciano El Ratón, la cual adquiere una gran relevancia años más tarde, al ser interpretada por Cheo para FANIA ALL-STARS. En éste mismo año, Joe, Sabater y Cheo son invitados a participar en la grabación de las sesiones de CESTA ALL-STARS.



Con todos conocimientos y llegada inteligente al gusto popular, Jose Cuba supo imponer su estilo particular, el cual estuvo marcado por la voz y personalidad de sus cantantes y por los arreglos tan elegantemente cuidados. Pocas veces se ha sido testigo en el cancionero latino de tal presencia musical, no sólo de alta calidad sino de compleja familiaridad, algo que lo hacía tan querido y admirado entre los compañeros de arte.



En los útlimos años, Joe Cuba siguió dando su arte sin demora ni pausa, tratando de seguire en la vigencia de los nuevos tiempos, algo que definitivamente ya no le iba, pero sin caer en el olvido. Nuestro homenaje sincero y sentido a una figura tan señera de lo latino, que representa la identidad propia a pesar de tener todas las razones adversas.



In memorian, Joe Cuba.

domingo, 15 de febrero de 2009

Esa locura llamada amor


Más allá de las reacciones químicas y del flujo interno que sufren los cuerpos y las mentes de los que se dicen estar enamorados, existe un cúmulo de emociones y de sensaciones que experimentamos con ocasión del amor, o esa extraña cosa que nos envuelve y nos devora como bestia informe y nos digiere, insaciado y voraz, hasta trastocar la vida misma. Del amor entre dos –o más-, sin diferencias que importen ni forma que le concedamos, nace también un bolero, o será que es a partir de aquel que nos enredamos en las más innombradas locuras para darle sentido a lo soso de la vida rutinaria. De todo esto trata esta nota en la segunda entrega correspondiente al mes del amor.




Hay algunas conjeturas desplegadas para entender el amor en la vida de un ser humano. Mi consideración inicial es que el amor tiene varios nombres, o se disfraza de distintas formas para apoderarse de nuestra conciencia, algunas veces con cordura y otras con demencia, pero amor al fin. Ya sea que se trate de un sentimiento bondadoso que nos presiona el pecho por prolongadas jornadas o sea que se trate de los dieciocho meses que se dice dura la pasión, el amor estará presente en nuestras vidas siempre que le abramos las puertas, por cansancio, por vergüenza, por ansiedad o por necesidad.




Distintas formas y sugerentes nombres para cada mentalidad o para cada vivencia personal, el amor llega a la vida del ser humano en el momento menos pensado. Aunque algunos preferirán negarle existencia, sumidos en la absoluta convicción de que se trata de un signo inequívoco de la más absurda debilidad y que expone a la persona a una invariable sensación de indefensión. Incluso para ellos, el amor tarda pero llega, como lo ha explicado la realidad. Muy cerca nuestro, de seguro, encontraremos ejemplos visibles de cómo puede sentirse amor por las cosas y las personas más increíbles, o de las formas menos probables, pero que dan cuenta de esa transformación que necesariamente se da en la psiquis y en la conducta de la persona.




Cuando adolescentes, el amor llega de maneras insospechadas y crueles. Nos aborda de forma irrefrenada y sacude nuestros espíritus sin piedad alguna. Los objetos del deseo son, por lo general, comandantes de nuestros destinos. Caemos presas de los mandatos inverosímiles de la persona que se ama, pero que no necesariamente nos ama. En todo caso, aprendemos a conducirnos por los senderos inextricables del amor. Y lo dominamos, entre caídas y machismos. Hasta que nos superamos a nosotros mismos, logrando construir conclusiones a partir de premisas falsas, como casi siempre suele suceder, teniendo lugar entonces frases como “pero qué pasó”, o aquella de “está loca, ese patán no le conviene”, entre otras. Y lo peor de todo es que, solo a veces, tienen razón.




No hay duda en que para ese momento, al desoír cualquier comentario o consejo, estamos ya absolutamente embebidos en el amor, en él y en los jugos que provoca. Pero hay otros jugos, más bien elaborados, los que nos abordan cuando el amor se quiebra. He sido testigo de espectáculos abominables de declive infrahumano en aquellos que se sienten dejados o traicionados, y es que es inevitable que se nos rompa el corazón de manera literal cuando el amor tenía invadido nuestro cuerpo y de pronto sale de él, exorcizado por brebajes perfectamente equilibrados. Y en ese instante aplicamos principios de física elemental, porque sabemos que ninguna materia puede ocupar el espacio de otra al mismo tiempo, de ahí que se afirme erróneamente que “un clavo saca otro clavo”.




El aprendizaje del amor va adquiriendo forma de las maneras más insospechadas a lo largo de nuestras vidas adultas. Aparecen las convicciones y las carencias. Surge entonces la ansiedad, la angustia, por determinarse un destino con alguien al lado, aunque muchas personas tuvieron que darse cuenta mucho antes de que ello no es una necesidad a prueba de todo, muchas veces se aprende solo o sola, a fuerza de entereza y de dolor. Pero ese mismo dolor es el que lleva a las personas de presenciarse protagonistas de historias irreales, como aquellas del segundo amor, el amor virtual o la nueva vida. No existen tales fantasías, son solo creaciones de la mente adicta a las sustancias que alimentan el amor y que crean dependencias complejas en los indigentes de afecto.




Pero, siendo honestos, no es bueno sentirse atrapado en esas redes. Hay boleros y canciones que le confieren más valor en la vida al sufrimiento por causa del amor que a la ausencia de éste. Y es que parece existir un consenso en que es el amor aquello que mueve al orbe y sus partes componentes. No queda ya duda de la gloriosa enfermedad que nos asalta cuando somos víctimas del amor y sus síntomas. No es acaso que no existe sino placer en la compañía de la persona que se ama. No es acaso que se halla la máxima expresión de felicidad en la contemplación del rostro de la persona amada. No es ese primer helado, esa caminata, esa larga conversación, lo que da vida a nuestras alcohólicas vidas, aquellas como las que describió Gingsber en su más celebre composición, esa en la que reclama amor porque para ello se ha nacido, sin importar de dónde o de quién provenga.




Al final, los recuerdos que se atesoran en el corazón, hablando más del cofre de las emociones que del músculo proveedor de sangre fresca, son el mejor logro en la experiencia de vida de una persona. Haber aprendido a amar, perdonar y ser perdonado, aunque a veces es más complejo perdonarse uno mismo por las culpas negras que pesan como inmensos peñascos sobre el propio pecho. Y esa sensación de sabiduría permanece en las personas, como alivio al espíritu, sabiendo que alguna vez se amó y se fue amado, entendiendo que nunca más en la vida se quiso de manera similar, porque –seamos honestos- una sola vez se ama en la vida.




Hay quienes, sin embargo, tienen miedo al amor. Huyen de él y son más bien adictos al chocolate, porque encuentran en ese producto el sucedáneo perfecto para el alma. O quienes lo quieren encontrar en los lugares y las personas menos correctas. Mi amigo, librepensador y narrador Marco García, prefiere decir de ellos que se buscan las razones imposibles para permanecer siempre solos, cobardes y sin ánima alguna. Por su lado, el poeta Héctor Ñaupari, más inclinado a las formas que el amor adquiere cuando se enredan los cuerpos, opta por darle libre aire al vuelo desencadenado del amor. Yo coincido con ambos. No existe forma que no se le conceda al amor, libre, fuerte, honesto –no necesariamente sincero- que los amantes decidan, conscientemente o presas de alguna suerte de locura momentánea. En la Teoría Regresiva del Amor, elaborada por mi amiga Mariella Garay, las cosas y los amores solo fluyen y no vuelven jamás. Y de eso, ella está segura. Y yo le creo.



Y para cada momento de este largo itinerario existe un bolero que lo grafica o lo representa, algunas veces con absoluta claridad y otras con sentenciosa sospecha. La verdad es que vivimos envueltos en un juego de sensaciones, aquellas que nos conducen irremediablemente hacia el yugo del amor, del que muchos no queremos salir o del que casi nadie quiere escapar.






Vengo de ti luminosa razón
años tras años convertidos
ropas viejas y lágrimas caídas


Si, te conozco, a ti y a tus ojos
y no me hallo en ellos
huyo de mí, imagen infinita que vuelve
y encuentro mis propios pasos
aquella tarde de noviembre
cuando dejé mi corazón
partido en cinco maletas

Vuelvo a ti iluminada existencia
a por tu luz incesada
y acometo mis suspiros tardíos
y me pierdo en los míos
latidos mojados del futuro
muero de miedo muero
y ni tu luz ni sus ojos me bastan

Aquí donde me huyo
no hay más luz ni nada
ni tarde ni corazón ni maletas
no hay sino polvo de nada
vacío de estruendo
baladro cansado contra la noche
Y mi vieja cara de reflejo

Vuelvo a ti luz de noche
y a la gris vereda en que nací
igual que aquella otra ceniza
en Que morí con mis palabras
para arañar el viento
y gritar en silencio
que me huyo y no me busco
y me condeno a vivir
sin tus ojos
sin tu luz



Fernando Cataño Florián
Miraflores, 08/02/2009

viernes, 13 de febrero de 2009

Su Majestad 'El Bolero' - Sonidos del Mundo (1/5)

Excelente estrega de nuestra querida Mabela Martinez y su Sonidos del Mundo sobre el Bolero. Y en el mes del amor, huelgan las palabras. Notese la presencia del conductor Leo Ramirez, un viejo amigo de esta casa.

Disfrutenlo!

A 46 años de su partida, Beny está más vigente que nunca


Conmemorando el 46º aniversario de su partida, la Asociación Cultural Musical Benny Moré tiene el agrado de ofrecer la conferencia “BENNY MORÉ, SONERO MAYOR” que se realizará el día Viernes 20 de febrero a las 7pm, en el auditorio del Instituto Peruano de Acción Empresarial (IPAE) de la sede Surco, Av. de los Ingenieros Nº 845, Urb. Valle Hermoso (al final de la Av. Benavides).

La conferencia estará a cargo del musicólogo e investigador de la historia musical cubana Sr. Rodolfo de La Fuente, quien compartirá con los asistentes aspectos desconocidos de la vida del “Bárbaro del ritmo”, como se le conocía a Benny, además de presentar algunos temas musicales inéditos, videos y fotografías. El sonero mayor, con su voz potente y melodiosa, capaz de pasar de graves a agudos con suma facilidad, unida a su estilo bohemio y popular, fue un exponente único del canto y la expresión de la música cubana; estilo y arte que trascendieron en toda América Latina.

Rodolfo de La Fuente es compositor cubano, cantante, guitarrista y poeta, ha dictado conferencias en centros culturales y universidades de Cuba, Colombia, España, Estados Unidos, México, Panamá y Puerto Rico. Fue fundador del movimiento de la Nueva Trova, de la UNEAC y de la SGAE, y ganó el concurso Adolfo Guzmán en 1979 con su canción Mujer, si la distancia es esa huella, interpretada por el grupo Manguaré, que le valiera sendos premios de la prensa y de la revista Bohemia. Actualmente realiza programas musicales para Radio Habana Cuba. Posee diversos premios musicales y literarios en Cuba, además de componer y cantar numerosos éxitos musicales. Colaboró con nuestra Susana Baca en la producción de su disco "Lamento Negro", ganador del Grammy en el año 2002, musicalizando el poema del peruano Alejandro Romualdo, "La Unidad".


Gracias a la Asociacion Cultural Musical Beny Moré y su lider, Adolfo Flores. Y por supuesto, gracias al auspicio de IPAE y la Embajada de la República de Cuba.

Sus comunicaciones, por favor con el Sr. Adolfo Flores al correo culturalbennymore@gmail.com o al teléfono 99565-3276.

miércoles, 11 de febrero de 2009

Larga vida al maestro: Descansa Cachaito !


La Habana, EFE
El contrabajista cubano Orlando "Cachaíto" López, integrante del Buena Vista Social Club, falleció la noche de ayer en La Habana a los 76 años de edad, informó a Efe una fuente familiar.

"Él estaba enfermo desde hacía más de mes y medio. Primero fue operado de una hernia y luego de la próstata, pero se complicó, se le presentó una insuficiencia renal y murió", dijo su cuñada, Rosa García Máden.

El funeral aún no tiene fecha porque la familia espera la llegada de sus hijas, que viven en Barcelona (España) y están haciendo los trámites para viajar a La Habana.

Uno de sus compañeros del Buena Vista Social Club, el trompetista Luis Manuel ("Guajiro") Mirabal, declaró a Efe que "para el grupo es una pérdida irreparable. Fue un gran músico, un gran compañero, es una desaparición muy sentida".

Nacido en La Habana el 2 de febrero de 1933, López creció en el seno de una familia de músicos: su padre, Orestes López, y su tío Israel "Cachao" López se destacaron también como contrabajistas, compositores e instrumentistas.

Orlando estudió con su padre, integró la orquesta de Arcaño y sus Maravillas, fue miembro de la banda de jazz Riverside en 1954 y en 1960 formó parte de la Orquesta Sinfónica Nacional.

En 1966 tocó con la Orquesta Cubana de Música Moderna y en 1996 fue elegido para el Buena Vista Social Club con otros relevantes intérpretes, varios ya fallecidos, como el cantante Ibrahim Ferrer, el trovador Compay Segundo, el cantante Pío Leyva y el pianista Rubén González.

martes, 10 de febrero de 2009

A propósito del amor...

¡Y cómo se evaporan los segundos hacia el ayer!
el río que hiende mi rostro navega hacia el mar
como la nostalgia que se esfuma en el horizonte
cuando tus ojos brillan detrás del sol en el ocaso…

¡Hay retratos tendidos en el suspiro del atardecer!
tu brisa a veces los lleva lejos ¡y quiero detenerlos!
como el tiempo que huye de mis latidos ¡y lo siento!
cuando la soledad es la arena que desangra mi piel.

La noche con su mirada sombría inunda al océano
cuales olas del poniente que bañan nuestro paraíso;
eres el lucero que me acompaña en la playa silente
¡no hay faro más luminoso que la luna en tus labios!
¡Cuántos años volaron hacia el horizonte del ayer!
que parece un huracán cabalgando sobre las nubes
no detengo su velocidad horaria ¡que sacude al mar!
porque estamos navegando juntos hacia el amanecer…
J. Carlos L.

domingo, 8 de febrero de 2009

Santos Colon con Hector Lavoe - Mirame Mas

Dos grandes. Un bolero muy bello. El homenaje al amor. Huelgan las palabras.

sábado, 7 de febrero de 2009

El Bolero presente en la vida: El amor no correspondido

Empezaremos el análisis del bolero y de sus tres tópicos con el amor no correspondido, esa fuerza encendida que nos consume desde dentro para sancochar nuestras entrañas y latirnos en la sien sin que podamos hacer nada, tan solo llorar o mirar val vacío, con alcohol o sin él. Lisandro Otero, un especialista en el Bolero, ha señalado sin equívoco alguno que en las letras del bolero en general aparecen tres opciones: el amor correspondido, el amor no correspondido y el amor traicionado. Hoy nos enfocaremos en el segundo de ellos. Como ya es costumbre en este Blog, documentaremos la nota con los boleros más pertinentes que a los que podemos recurrir para graficar y aproximarnos al cabal entendimiento del tema tratado. Debo mencionar que todos los boleros pertenecen a mi colección personal, ubicados, estudiados y embebidos en años de búsqueda frenética de la inefable verdad sobre el bolero y sobre la vida. Gracias una vez más a mis maestros de tantos años.
El sufrimiento como premisa fundacional para el aprendizaje de la vida es una verdad a ciegas. En mala hora muchos de nosotros hemos padecido de alguna manera de algún amor no correspondido, o como dicen algunos poetas y locos, de esa extraña enfermedad que nos hace creer que esa persona tendría que amarnos con la misma intensidad con que nosotros exhalamos ese mismo sentimiento. Y es que el umbral entre la cordura y la demencia, en este tema, es casi imperceptible, es más que ese acto de fe o de perfección ética en el que incurrimos los que escribimos sobre el bolero o le dedicamos nuestros estudios o, simplemente, le damos un poco de nuestras carnes vivas.

Y no tengo dudas de que debemos abrir con la obsesión, el primero de los nombres de este amor tifoideico. Se han puesto a pensar en que “no habrá una barrera en el mundo que el amor profundo no rompa por ti”, amada mía, lejana, que quizás no sabes que existo, pero que a pesar de la oposición del destino tienes mi devota permanencia y contemplación, regalos que te doy tan solo por que sí. Ese primer bolero estudiado en esta nota –Obsesión- es quizás el más claro ejemplo de lo que se viene a decir: el amor obsesivo de aquellos que, aunque lejos y sin palabras, entregan sus cuerpos al solitario placer de la dedicación y la consagración. Porque no es ninguna novedad que el amor esta estrechamente ligado a la sexualidad; y es que no es sino la locura del cuerpo la que lleva a convertir la sana y humilde contemplación a la obsesión por la total posesión, no sólo de los días y las noches sino de los pensamientos y de las exudaciones todas. Una locura que más de uno sabrá reconocer en sus momentos más adolescentes y que nos arrebata una sonrisa sonrojada.


Mucho se ha escrito ya sobre el fenómeno de la música como expresión natural y esencial del ser humano, más instintiva que muchas otras de nuestras manifestaciones culturales, por cuanto ha sido ligada indesligablemente con la tierra y la vida en comunidad, la fecundidad y conservación de la especie. A este rubro, insertamos como tópico necesario el de los sentimientos, algo que nos diferencia de los animales pero que muchas veces nos rebaja a niveles inferiores, en la medida en que esos sentimientos y sus manifestaciones emocionales son tan oscuros que hasta los más encendidos palidecen. Porque nadie va a negar que por amor o en su nombre se han cometido atrocidades, locuras y bestialidades, de consecuencias luego advertidas y no queridas.

Pero más allá de las mezquindades particulares, el amor no correspondido ha sido identificado muchas veces en el bolero con sentimientos de desprendimiento, que lo acercan más a la certeza de que “algo no pudo ser” que a la embriagada convicción de que “fue” cuando en realidad “nunca se supo nada”. En este sentido aparece el bolero Inútilmente, interpretado magníficamente por Gregorio Barrios, quien es el trovador despreocupado que de despide de aquello que pudo ser pero que no fue.


Yendo un poco más en la ruta del amor. Qué hubiera pasado si ese amor casi inadvertido o desconocido se mostraba afectuoso y con la mueca correcta pero decidía que no debía seguir adelante, sin llegar a la traición, solo una cuestión de experimento interrumpido, una ilusión fugaz, un capricho del alma que aunque con besos locos de pasión se agota en la improbabilidad mas que en salto al vacío, como reza el bolero Una aventura más, una canción de vacío que existe en muchas versiones y que nos sigue diciendo que, “después de esa noche, ella se alejará de ti”.


Pero hay boleros que no se quedan ni en el olvido de la imagen ida de la amada no acontecida sino que, más allá de noblezas, declaran amores cobardes y sin esperanza, lastimeros, despojos sin alma por la soledad de la innecesaria crueldad de la vida que, pudiendo corresponder, prefiere otorgarle a las almas quejosas tan solo el látigo del desprecio y la indiferencia. Ahí están Cobardía, con la voz de Leo Marini y Amor sin Esperanza con Celio Gonzales. Esos cantos a la trágica escena en que con solo despertar ni siquiera gritando su nombre el amor será real, “malaya sea mi suerte”; y se bebe, y se llora, y se sufre, porque todo es recuerdo, todo es dolor, porque “aunque te busque, nunca te puedo encontrar”.



Y en todas estas historias el elemento común en el desamor, la no correspondencia, la imagen no reflejada, la mejilla solitaria, el beso frio contra la noche o la caricia huérfana que nada más que en la noche de cristal y de alcohol se entiende viva y se sabe clara. Y aún en medio de esa noche distante, algunos le siguen cantando al amor, con un bolero, algo así como cuando Lucho Gatica estaba Contigo en la distancia, una lírica de lejanía que, a pesar de la ausencia, se sien te henchido de amor, quizá cierto, quizá demente, pero amor al fin, parte del alma, parte de sí. Y al final queda tan solo la esperanza, porque es como siempre la que va al final y paga las luces, como en el bolero de Armando Manzanero. En Esperaré, el bolero alcanza su grado más elevado de amor al vacío, casi absurdo, pero no hay duda de que el baladro postrero es muy lírico y de una poesía altamente cultivada, porque hasta para ser trágicos hay que ser elegantes y tener dignidad.


¿Y después qué queda? Un trago y más boleros ¿no es verdad?

jueves, 5 de febrero de 2009

Día Nacional del Pisco Sour


Como es ya una buena tradición, el primer sábado de febrero lo dedicamos al cóctel nacional, el Pisco Sour, elaborado en base a nuestro peruanísimo pisco. Esta cita imperdible para los que gustamos del buen pisco, promete estar muy acogedora y llena de propuestas por todo Lima, solamente resta darle tiempo y ganas.

Como se recuerda, por Resolución Ministerial 161-2004-PRODUCE, se instituyó "el primer sábado del mes de febrero de cada año, como el día del Pisco Sour, a nivel nacional", en reemplazo de la norma anterior que fijaba el 8 de febrero.

El nombre de nuestro aperitivo Pisco Sour se hizo famoso en la década de 1960, cuando diplomáticos, turistas, políticos, escritores y toda la gama de profesionales y artistas acudían al hotel Maury para saborear el delicioso trago. Aunque aun hoy muchos siguen asignándole ese privilegio al Bar del Hotel Bolívar o al desaparecido Morris, es muy sencillo acudir a los referentes históricos que datan y ubican desde mucho antes la elaboración del Pisco Sour en el Maury.

El Pisco Sour tiene un sitio preferencial en el listado de aperitivos internacionales desde 1977, cuando durante un congreso internacional realizado en Venezuela se incluyó dentro del rol de los 75 tragos que debe conocer todo barman.


Como sugerencias, les paso algunos datos sobre lo que será el próximo sábado 07 esta ya cuajada celebración:

- El Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú (MNAAHP) en actividad conjunta con el restaurante "El Bolivariano", celebrarán, el próximo sábado 7 de febrero, el Día del Pisco Sour en los jardines del museo, a partir de las 12 del mediodía. El ingreso será libre.

- El Miraflores Park Plaza ofrecerá ofertas y recetas especiales durante todo el mes de febrero, en especial el sábado 7.

- La comuna de Santiago de Surco realizará este jueves al mediodía en el parque de la Amistad el "Brindis Nacional" con Pisco Sour y se develará un busto en homenaje a Víctor Morris.

- El viernes 6 se realizará a las 15:00 horas el concurso de elaboración de Pisco Sour en la categoría estudiantes; mientras que a las 18:00 horas se presentará el libro "Pisco Sour: historia y tradición", del autor Guillermo Vera Díaz. El texto será comentado por tres destacados promotores de nuestra bebida de bandera: el historiador Luis Repetto, el periodista Raúl Vargas y el vicecanciller de la República, Gonzalo Gutiérrez. La cita continúa en el Parque de la Amistad de Surco.

- El sábado 7 continuará el concurso de elaboración de pisco sour en la categoría profesionales, a las 15:00 horas, y a las 21:30 horas se realizará un show artístico con la reconocida intérprete criolla Cecilia Barraza. Esto, siempre en el Parque de la Amistad de Surco. Las celebraciones culminarán el domingo 8 con el concurso de elaboración de Pisco Sour en la categoría campeones, a las 15:00 horas. Todas estas actividades tienen ingreso libre.

- Las municipalidades de San Miguel y Pueblo Libre también han organizado sendas celebraciones en honor de la bebida de bandera. En el primer caso, tendrá lugar un acto especial en el parque de la Media Luna, donde se degustará el exquisito Pisco Sour, preparado por destacados bartenders.
- Tres mil copas de Pisco Sour serán repartidas el próximo sábado 7 de febrero en Ica entre las autoridades, turistas y público en general que participarán en el denominado “Brindis de la Peruanidad”, a realizarse con ocasión del día de dicho cóctel.

- El JW Marriott Hotel Lima se une al homenaje con los más auténticos cócteles hechos a base de Pisco en su Lobby Bar, donde habrá un Happy Hour de 5 pm a 8 pm. El viernes 6 y sábado 7, día central de la celebración, habrá música y danzas peruanas en vivo desde las 8 hasta las 11 de la noche.

- Festival Gastronómico de Trujillo se realizará en el días del Pisco Sour. En la feria se podrán disfrutar diversos platos típicos de la zona a lo largo de treinta stands que se instalarán en el patio del local central de la Universidad Nacional de Trujillo (UNT), ubicado cerca a la plaza de armas de esta ciudad. El evento se desarrollará el próximo martes 07 de febrero desde las 11:00 horas. La entrada es gratuita.

- En Huacho, el importante evento se desarrollará los días sábado 7 y domingo 8 de febrero, en inmediaciones de la Plazuela Miguel Grau – altura del Malecón Roca. En esta ocasión, serán destacados productores vitivinícolas de la provincia de Huaura quienes ofrecerán degustaciones de sus mejores bebidas en sus diferentes variedades. En tanto, los que ocupen los primeros puestos recibirán un merecido reconocimiento.

domingo, 1 de febrero de 2009

En el mes del amor, su Majestad el Bolero


Una tarde de verano en el Jardín trasero de la capilla del CAPU en la Católica, lo recuerdo como si fuera ayer, entendí que el bolero para mí era más que solo simples letras y música triste. Yo había estado hablando mucho con una chica de letras, de hecho, compartíamos muchas cosas y estaba empezando a interesarme en ella, pero esa tarde dijo algo que mi alma no estaba lista para escuchar, y honestamente nunca hasta siempre lo estará.

Su nombre no lo diré, pero ella sabrá al leer esto que haberme escupido en la cara su odio inexplicado por Leo Marini fue su más lamentable error. Esa misma idiotez que hoy que la recuerdo le trae sonrisas sonrojadas a mi añejo rostro fue la que me trajo sufrimiento aquella tarde de sol incansable en San Miguel. Y esa misma locura infantil ha ido marcando mi vida tras los años, como aquella vez que por entre los barrotes de la ventana me enamoré perdidamente de la muchacha que me confesó que Cómo fue de Beny Moré era lo mejor que jamás había escuchado, o la tarde nefasta aquella en que perdí a aquella misma muchacha en algo que todavía no termino de lamentar en medio de boleros sagrantes y palabras hirientes.



Mi vida ha estado marcada por el bolero, desde niño, y no me arrepiento, porque es con un bolero que recuerdo eterna a mi Mamma Oli y es con otros que sigo hoy de pie, haciendo latir mi corazón a través de los ojos de mi hija preciosa. Un bolero es y será, no tengo dudas, el motor de mis días, que así como te enseña a entender la vida, te educa para sobrellevarla a pesar de los días y las noches.

Cómo entonces, por amor de Dios, no amarlo ni dedicarle algo más. Desde el año de 1992 me he dedicado a estudiarlo, pero no fue sino hasta el año 2003, fatídico y simbólico, que empecé a vivirlos en carne y sangre. La carne la ponen las vivencias y la sangre, aquella que la legendaria combinación del ron con el vino sabe entregar al ser humano, despojo de sus más oscuros fantasmas, como bien decía mi viejo amigo Alex Arteaga, que hasta el de hoy se deleita en medio de libros y discos aunque cada día con menos cabello sobre sí.




Y vengo a decir la verdad y ninguna otra cosa, y aunque y más precisamente por ella misma, “con el alma llena de amargura y sin saber qué hacer, he venido aquí con esta duda a escuchar tu voz”, oh melancolía sempiterna, ladrona de corazones, fabricantes de ilusiones tardías, amor insomne de madrugadas calientes, lágrimas vivas que brotan del pecho, o de los ojos del alma, da lo mismo, al fin y al cabo, para eso existe el bolero después de todo.

Ya lo dicen los estudiosos, sólo existen tres temáticas posibles para el bolero bendito: el amor correspondido, el no correspondido o el traicionado, igualmente dolorosos todos, porque como dicen algunos de mis viejos favoritos, no vale más sufrir por amor que nunca haber amado. Entonces, llega a mi mente la demente idea de hacer un homenaje al dolor, la fatalidad, el recuerdo perdido, la nostalgia guardada, que son los otros nombres del amor, como le digo diariamente a mi amiga Mariella y menos veces a la gran Lili Carmela, que todo lo saben y todo o sienten, mujeres concebidas y cuajadas en el trance del bolero, ése que no nos permite seguir adelante con nuestros cinismos trasnochados ni las máscaras más elegantes.





En el mes del bolero, me temo, me debo, se hace necesaria, una catarsis con las historias de la vida, ese fuego bajo la piel que Los Panchos tan bien describieron y que me fuera enseñado por los mejores maestros que alguien puede pedir: Carlos Lértora, Pepe Sardón, Leo Ramírez, Johnny Albino, el dolor, la desesperanza, la nostalgia, la culpa, la soledad, entre otros, muchos otros.

Fue de niño que descubrí a Toña La Negra y a Eva Garza, y de adolescente a Los Panchos y a Los Tres Caballeros. Poco después, todavía imberbe, a Tito Rodríguez, Genaro Salinas y a Fernando Albuerne. Pero ya de adulto, conocí además a la vergüenza y la culpa, dos acompañantes inseparables del bolero. Aprendí a escucharlo, digerirlo y aceptarlo en mi vida, como un karma más que como una dolencia. Y de eso se encargaron los años y los fantasmas de mi vida.

Hay mucho por decir del bolero, entre estudios y sentidos testimonios de carne y alma, y a ellos dedicaremos este mes, para que aquellos que no terminaban de entenderme lo hagan, pero a través de un bolero. Qué viva el amor, lo único que sigue moviendo al mundo, tampoco tengo dudas.